"Haz lo que tengas que hacer resueltamente, con todo tu corazón. El viajero que duda únicamente levanta polvo en el camino". EL DHAMMAPADA DE GAUTAMA EL BUDA. c. 500 a. de C.

lunes

ME GUSTARIA


Me gustaría ser como los demás,
no tener más ataques de ansiedad,
curarme de una vez por todas,
no tener más recaídas.
Todo el mundo opina que esto no es nada,
ellos no lo sufren.
No están tan tranquilos y de pronto,
el corazón va latiendo más rápido y con más fuerza,
no notan como precipitadamente les falta la respiración,
como sienten un hormigueo en sus manos,
como poco a poco se les nubla la vista,
empiezan a sudar y a mirar por todas partes,
notar como van fallando las piernas,
sentir un dolor en el pecho,
y no poder hacer nada.
Entonces un sentimiento de impotencia se apodera de tí
y lo único que puedes hacer es llorar.
No puedes comer, porque sientes una punzada en el estómago,
tampoco puedes dormir, das vueltas y vueltas, en la cama.
No sirve pensar en cosas positivas,
contar ovejas, escuchar música, leer... Nada.
Hasta que tu cuerpo se va debilitando
y se deja vencer por la medicación.
¿Y ésto no es nada?.
Pues yo no lo paso nada bien.
Hay días que mis manos tiemblan tanto
que no puedo coger un vaso.
Mi cabeza no reacciona,
pierdo la memoria, no puedo leer,
porque no asimilo las palabras,
al cabo de unas horas ya lo he olvidado.
Tengo ganas de que todo esto acabe.
Sé que es muy fácil llegar, y muy difícil salir,
que va muy lento, que no es tan sencillo.
Sólo tengo 37 años,
¿es ésta la vida que me espera?.
Poco a poco voy perdiendo las fuerzas
y la ilusión.
Cada vez que tengo un ataque
me va matando un poco más.
Sé que parte depende de mí,
pero hay momentos que necesito ayuda.
Me esfuerzo en tener nuevas ilusiones,
hacer cosas nuevas, relacionarme,
sentirme viva, vivir más relajada.
Pero es muy duro.

Ahora sólo quiero dar las grácias a todos los que estais a mi lado.

GRACIAS.

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